Incluso antes de la pandemia el trabajo de montaje del Telescopio espacial James Webb se había ralentizado, el 2020 ciertamente no jugó a favor al retrasar aún más la fecha de lanzamiento. Pero hay algunas novedades, la NASA ha hecho saber que el equipo que trabaja en el telescopio pudo abrir la enorme sombrilla y ponerla en tensión.
Este es el mismo proceso que se iniciará en el espacio una vez que el telescopio se ponga en órbita. El enorme protector solar está diseñado para proteger el telescopio al reflejar el calor de fondo y la luz solar. La NASA se asegurará de que el telescopio espacial permanezca lo suficientemente frío como para realizar observaciones en luz infrarroja.
El Telescopio espacial James Webb será 100 veces más potente que el Hubble
El protector solar se compone de cinco capas y se estira aproximadamente del tamaño de una pista de tenis, lo que dificulta especialmente el proceso de apertura y tensión. En este punto podemos asumir que 2021 será el buen año para iniciar su uso, al menos eso esperamos.
El Telescopio espacial James Webb será unas 100 veces más potente que el Hubble, gracias sobre todo al inmenso espejo primario de unos 6,5 metros de diámetro (frente a los 2,4 metros del Hubble). Este impresionante ejemplo de alta ingeniería incluye un parasol de cinco capas para bloquear la luz infrarroja y mantener fríos los componentes.
El componente ya se ha integrado en la nave espacial que pondrá el telescopio en órbita y se ha sometido a una serie de pruebas críticas. Para combinar espejos e instrumentos científicos con la pieza que incluía el parasol, los ingenieros utilizaron una grúa, que requería una alineación perfecta de todos los puntos de contacto.
El telescopio James Webb orbitará mucho más lejos de la Tierra que sus predecesores, de hecho, estamos hablando de 1,5 millones de kilómetros, sin duda la distancia óptima para su tarea pero que hará improbables las misiones de mantenimiento. El proyecto ayudará a observar mejor los puntos más remotos del universo.