Linux no se arruga. Con fama de abarcar poco contenido en materia de videojuegos, este célebre sistema operativo de software libre también esconde sorpresas que bien merece la pena sacar a la luz. En este caso, el punto a favor llega de la mano de ‘Skul: The Hero Slayer’, el título desarrollado por SouthPAW Games en el que un melancólico esqueleto protagoniza una historia de aventuras repleta de acción, lucha constante y misiones de sumo entretenimiento. Todo ello con un toque de roguelike y orientado hacia el objetivo final: rescatar a su rey secuestrado.
‘Skul: The Hero Slayer’ llega a Linux para demostrar que las tramas sencillas también pueden encerrar horas y horas de diversión. El juego parte de un contexto en el que los humanos, junto al denominado Ejército Imperial, lanzan un ataque terrible contra el reino de los demonios bajo el objetivo de secuestrar a sus habitantes para luego aniquilarlos de una vez por todas. Tan sólo uno de estos entes demoníacos ha logrado zafarse de la captura. Su nombre es Skul y servirá de personaje principal para adentrarse sin titubeos en la salvación que propone esta historia apasionante.
Con esta casilla de salida, el jugador deberá configurar su particular Skul y lanzarse al peligroso trabajo de convertirse en un héroe. La historia se irá componiendo poco a poco mientras se superan mazmorras, siempre a golpe de diálogos y cinemáticas explicativas que aportan gran información de fondo y sirven para hacer más inmersiva la experiencia.
El tono de género roguelike
Uno de los grandes atractivos de este videojuego es el reto constante que propone. La naturaleza procedural de ‘Skul: The Hero Slayer’ hace que cada partida sea diferente a las demás. Se trata de una característica que puede verse en el progreso que realiza cada jugador tras un nuevo inicio de sesión, y es que esto provoca que los componentes cambien al volver a empezar, algo muy propio del género roguelike. Así, entre otras cosas, variará el número de personajes, la disposición de los objetos, el sentido de los mapas o las recompensas obtenidas. Todo se convertirá en un novedoso espacio impredecible en el que la presencia de lo aleatorio refuerza sin fisuras el factor de la jugabilidad y aporta un enfoque distinto.
Una particularidad así es posible gracias a la tecnología rng (random number generator) que forma parte de la estructura de programación del propio juego. Su funcionamiento consiste en la generación de combinaciones de números al azar, lo que llevado al universo computacional de un videojuego se traduce en todo ese efecto de renovación. Se trata de un recurso que está muy consolidado en aquellos entornos digitales que no podrían existir sin el trabajo de la aleatoriedad, como pueden ser las plataformas de juegos de azar o las pasarelas de pago de los ecommerces. Estas últimas se alimentan del RNG para generar claves indescifrables que servirán posteriormente para proteger números de cuenta y contraseñas personales frente a la amenaza de la piratería informática. También los casinos en internet hacen uso de esta tecnología bajo el objetivo de aportar el factor suerte sin el que no es posible entender este tipo de espacios. Así, su catálogo de juegos, donde destacan las máquinas tragamonedas, el bingo online, la ruleta o el póker, incorporan el RNG para evitar patrones predecibles en cada una de las partidas, consiguiendo de este modo dos atractivos fundamentales para el jugador: crear incertidumbre e impedir que la manipulación tenga cabida en estos escenarios. Este sector es a día de hoy uno de los que mayor confianza despierta en la red, y es que con la implantación de medidas como esta y el cumplimiento de los estándares elementales de seguridad es capaz de afianzar el juego justo en sus múltiples plataformas.
Personajes
‘Skul: The Hero Slayer’ también saca músculo con el nutrido abanico de personajes que plantea. En concreto, cabe reseñar que Skull podrá encarnar otros roles a medida que cambie de calavera, un objeto que irá apareciendo repetidas veces a lo largo de la aventura, una vez más bajo la suerte del RNG. Las calaveras no sólo modifican la apariencia del jugador, sino que además proporcionan habilidades de todo tipo. En consecuencia, los perfiles son variados: motoristas que proyectan llamas, arlequines que lanzan sorpresas o estrellas del Rock provistos de guitarras eléctricas, entre otros. Dependiendo de la calavera, así será el nivel de eficacia a la hora de los combates.
En sintonía con este recurso, el inventario del juego puede ir creciendo a base de objetos que el usuario encontrará durante el camino o directamente en la tienda, aunque hay que tener en cuenta que el número que puede acumularse es limitado. Nueve, para ser exactos. Estos proporcionan múltiples ventajas, tanto a nivel de ataque como en el descenso del daño recibido. También las denominadas quintaesencias tienen un comportamiento similar, con la particularidad de que algunas de ellas permiten al jugador mantenerse flotando en el aire durante más tiempo. Calaveras, objetos y quintaesencias, los tres elementos que dan vida a este panorama de muerte.
Gráficos muy concretos
En cuanto al apartado gráfico, ‘Skul: The Hero Slayer’ tampoco defrauda. El juego está provisto de un diseño digital creado a base de píxeles que sabe resaltar la apariencia retro y sombría que tanto define su temática. La paleta de colores ahonda precisamente en esta idea, donde una precisa saturación y una gama de tonalidades oscuras ayudan a que el jugador se adentre en la historia de una manera más profunda. El buen rango de movimientos que incluyen las animaciones se encarga del resto.