Con el avance de las nuevas tecnologías el sector del gaming va penetrando en las nuevas generaciones como cuchillo en mantequilla. El crecimiento del mundillo es toda una realidad con comunidades de jugadores que crecen exponencialmente. No importa si hablamos de juegos de casino online o de videojuegos porque todo está relacionado. ¿Quién no se ha convertido en gamer alguna vez o pretende llegar a serlo en el futuro? No necesitarás grandes habilidades, ni muchos conocimientos ni una cantidad indecente de accesorios de juego que te ayuden. Cualquier videojuego es tan accesible como lo son los juegos online. Es la accesibilidad que le reporta el medio gaming.
Sin embargo, cualquier persona que lo haya experimentado o que lo quiera hacer se preguntará por qué no hacer esto desde la comodidad de su casa. Ahora que el entretenimiento desde casa ha tomado especial relevancia en el mundo en que vivimos es clave reconocer cuál es la mejor fórmula para disfrutar de nuestros juegos favoritos. Y valorar si es más beneficioso jugar desde casa o en un salón de juegos es un proceso vital por el que debe pasar cualquier gamer. Porque factores en común y factores diferenciales hay para las dos modalidades. Y algunos nos pueden hacer decidir.
Quizá para reconocerlas mejor es determinante empezar desde lo más sencillo. Fijarnos en un juego y analizarlo. El poker es uno de los juegos que mejor puede ejemplificar estas diferencias y similitudes entre el juego online y el juego en vivo. El póker en vivo ofrece una experiencia superior a la que se puede obtener contra un ordenador, pero el juego prematch siempre será ligeramente más rápido que la modalidad en vivo. Pero también lo son las tragamonedas, ya que la experiencia de jugar en un casino no tiene nada que ver con la de jugar tras la pantalla. Pero con otros como bingo, blackjack o minijuegos de apuestas ocurre exactamente igual.
Y en todo ello también entra en juego el tipo de pantalla desde la que el jugador decide ponerse a los mandos. No es lo mismo hacerlo desde un ordenador que tiene una capacidad de procesamiento gigante que desde un smartphone para el que se necesita realizar una versión adaptada. En la posibilidad de llevar la pasión del juego a donde quieras está el éxito de las pequeñas pantallas, pero será cada usuario el que valore el estilo que prefiere.
Repetición de procesos
Entre las semejanzas hay que destacar que los procesos en el juego en vivo y el juego online son los mismos. Las reglas de los juegos no cambian te enfrentes a la modalidad que te enfrentes. Jugar al blackjack no cambia nada en la mecánica de juego, se repartirán las mismas cartas y los turnos serán los mismos. Es cierto que en la red puedes encontrar diferentes versiones de un mismo juego y que es más fácil toparse con ellas en este medio que en el tradicional. Pero esto son excepciones.
Y a la hora de encarar la estrategia de un juego, el usuario lo hará también de la misma manera. Habrá detalles que tendrá que pulir para adaptarse al medio en el que está, pero una estrategia de ruleta puede funcionar tanto en internet como en un salón de juegos. Aunque sin duda el mejor ejemplo es el de las apuestas deportivas que en esencia vienen a ser lo mismo en un sitio que en otro. Lo único que cambia es el ticket, cuya máquina te lo imprime en una casa presencial, mientras que online se mantiene en tu cuenta de juego.
Ambiente y comodidad al servicio del espectador
Pero en las diferencias esté seguramente lo más interesante. Porque cuando pensamos en un salón de juegos presencial sin duda nos vienen a la cabeza esos escenarios clásicos de la historia de Las Vegas donde se mueve tanto dinero. Donde se tiene la posibilidad de socializar con el crupier y con el resto de jugadores. Cierto que los casinos en línea vienen puliendo estos detalles en los últimos años, pero el ambiente tradicional de un casino no se puede replicar por mucho que se intente.
Puede incluso que haya apostadores que se sientan mucho más cómodos en una sala física. Poder ver al crupier manejar las cartas, repartir las fichas y anunciar a los ganadores es algo con lo que los juegos en línea no pueden competir. Muchos de ellos tienen desarrollado un software que es el encargado de llevar todos los movimientos, por tanto el jugador solo apuesta y toma decisiones. Quizá en alguna jugada puedes llegar a pensar que el sistema está trucado, algo que no te ocurrirá si ves en primera persona lo que está ocurriendo en tu mesa.
Sin embargo, es obvio que las posibilidades que ofrece la red no pueden compararse con las de un local de juegos en vivo. En internet las partidas van mucho más deprisa y los jugadores tienen la posibilidad de jugar más rápido optimizando su tiempo. El factor humano puede retrasar este proceso y para muchos jugadores puede ser frustrante.
Por no hablar de que en el juego en línea no hay problemas con la cantidad de personas que jueguen. Si un servidor se llena de demasiados jugadores al mismo tiempo puede ceder, pero siempre permitirá un acceso superior al de un casino presencial. Una vez que se llenen sus huecos será complicado que puedas jugar.
Aunque ninguna de las dos opciones es mejor que la otra, ya que esto depende de cada persona, para cualquier gamer analizarlas es una tarea obligada. Sea lo que sea lo que hagas, siéntete cómodo con ello. Y si no lo estás, replantéatelo.