En un futuro próximo, 9 de cada 10 puestos de trabajo requerirán conocimientos en Informática e innovación, según un estudio de la Unión Europea. En 2021 los trabajadores con empleos digitales experimentaron un aumento salarial del 1,8% de media incluso en esta situación de pandemia.
La alfabetización se refiere al proceso de adquirir las habilidades básicas para poder leer y escribir; este proceso está bien establecido en nuestra sociedad y en nuestro sistema educativo, pero cuando se trata de la alfabetización digital, las cosas cambian y las certezas se tambalean.
A pesar de que el Parlamento Europeo, en un informe del 25 de marzo de 2010, subrayó la importancia de tener conocimientos en informática e innovación hoy seguimos hablando de analfabetismo informático y digital, que afecta a la capacidad de acceder y moverse en la sociedad de la información y de ser ciudadanos digitales competentes.
Por ese motivo es importante tener opciones como grado informática, el más emblemático de Epitech, que forma a expertos informáticos en un programa de 5 años. Este tipo de formación permite al estudiante del grado y máster en informática acercarse de una manera efectiva a la programación y las nuevas tecnologías.
¿Qué son las competencias digitales?
Según la Unión Europea consiste en el uso seguro y crítico de las TSI (Tecnologías de la Sociedad de la Información) para el trabajo y el ocio, y en habilidades básicas de TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) como el uso de ordenadores para recuperar, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información, y para comunicarse y participar en redes de colaboración a través de Internet.
Las competencias digitales también requieren una sólida conciencia y conocimiento de la naturaleza, el papel y las oportunidades de las TSI en la vida privada y social y en el trabajo. Esto incluye las principales aplicaciones informáticas, como el trabajo ofimático en textos, hojas de cálculo, bases de datos, almacenamiento y gestión de la información, etc.
También hay que ser consciente de cómo las TSI pueden ser una oportunidad para apoyar la creatividad y la innovación, pero también hay que ser consciente de los riesgos potenciales de internet, de las cuestiones relacionadas con la validez y la fiabilidad de la información disponible y de los principios legales y éticos que implica el uso interactivo de las TSI.
Conocimiento de informática e innovación en jóvenes
Los jóvenes (de entre 16 y 24 años) nacieron en la era digital, y es que, han crecido con la tecnología y la web que es parte integral de sus vidas, son los protagonistas privilegiados en cuanto al uso de la tecnología, de hecho resultan ser los usuarios más competentes y, por tanto, los que más consiguen explotar las ventajas que ofrece la web.
Sin embargo, incluso entre los jóvenes hay diferencias significativas. Gui y Argentin en 2011 realizaron un test de competencia digital en una muestra causal de estudiantes de secundaria, mostrando que en general los jóvenes son competentes desde el punto de vista operativo pero muestran déficits en la conciencia de los riesgos que hay en la red.
Los nativos de esta era digital piensan en términos de comunidad o colectivo, es decir, dentro de la «comunidad de la red», caracterizada no sólo por intereses específicos, sino también por diferentes códigos expresivos y lingüísticos. Está claro, por tanto, que la familiaridad con los nuevos medios de comunicación ha cambiado la forma de aprender, conocer y comunicarse.
¿Y la alfabetización digital en las personas mayores?
Las personas mayores son el grupo con mayor riesgo de exclusión de la sociedad digital. Según una investigación del Instituto Nacional de Estadística en 2012, el 27% de las personas de 60 a 64 años, el 12% de las de 65 a 74 años y solo el 3% de los mayores de 75 años utilizan el ordenador con asiduidad, lo que supone uno de los porcentajes más bajos de Europa y también en comparación con Estados Unidos.
Por estas razones hay una campaña activa para promover la alfabetización digital por parte de muchas instituciones públicas y privadas. Entre las metodologías que se consideran más adecuadas para la alfabetización digital de los mayores, además del e-learning, (aprendizaje electrónico) que muchas universidades están abordando, se encuentra el modelo de aprendizaje intergeneracional.
Este contempla un modo de conexión entre escuelas, nativos digitales y centros de mayores, interactuando en contextos territoriales tanto en el país como en el extranjero. Por tanto, la sociedad no puede descuidar la educación digital de cada individuo porque las tecnologías digitales están ahora presentes en todos los aspectos de nuestra vida, ya sea en el trabajo, en lo económico o en lo social.
La educación digital representa un gran potencial para combatir las desigualdades en el mundo; además, gracias al intercambio de conocimientos, puede aportar muchos beneficios al crecimiento cultural, social y económico de los países.