Los riesgos en el uso de un Mac están creciendo. El continuo acceso a Internet o las descargas de aplicaciones son factores que han provocado un aumento de los daños externos en esta marca que, tradicionalmente, se había convertido en un referente de ausencia de virus. La capacidad integradora de este sistema operativo es una característica que puede facilitar a la entrada de este tipo de riesgos. El usuario tiene que lidiar ahora con esta situación y buscar fórmulas para eliminar malware y otros elementos que pueden ser perjudiciales para el ordenador.
El malware y el virus, que hacen referencia a un elemento no deseado que viene de un elemento exterior, puede causar muchos problemas hasta el punto de dejar el sistema muy perjudicado. El usuario, además, no es consciente de la situación problemática en la que está inmerso su aparato y, cuando se ha dado cuenta, puede haber transcurrido un tiempo prolongado como para generar un destrozo mayor. Las consecuencias dependen del tipo de elemento que se ha entrometido y las generales son la eliminación de archivos, el robo de datos personales, el control del ordenador en remoto, el bloqueo de pantalla o la instalación de programas; entre otros factores de riesgo.
Los síntomas que pueden invitar al usuario a pensar que hay un problema en su Mac también son múltiples. Un descenso en el rendimiento, la aparición exagerada de anuncios en sitios web, reinicios no solicitados del sistema o imposibilidad de abrir las carpetas y los archivos son algunos ejemplos.
Desinstalación de aplicaciones
Existen diferentes acciones que pueden resolver el problema, sin la necesidad de descargarse un programa externo. La eliminación, a través del Monitor de Actividad, de aquellas aplicaciones o programas que ofrezcan motivos para pensar que son problemáticas, es una acción muy recurrente. El uso abusivo de recursos es un buen indicativo de qué algo está fallando. Esta desinstalación de las apps que resulten problemáticas debe completarse con el consiguiente vaciado de la Papelera de Reciclaje, una acción muy básica que, en ocasiones, se olvida.
Los ítems de inicio, aquellos que se abren cuando se enciende el ordenador, pueden cargar mucho el sistema. En los apartados ‘Ajustes del Sistema’ y ‘General’ está la opción de desactivar aquellas aplicaciones que se abren cuando el aparato se inicia. Para que tenga efecto, resulta necesario reiniciar posteriormente el sistema.
Limpia el navegador
Los malwares y virus llegan, principalmente, por el acceso a determinados sitios webs de Internet y la descarga de documentos y programas, en ocasiones sin el consentimiento o la advertencia del usuario. La limpieza del caché del navegador web, así como del almacenamiento general del mismo es una solución eficaz para minimizar la aparición de riesgos.
El bloqueo de los elementos emergentes que pudieran aparecer durante la navegación es otra acción preferente para evitar los riesgos externos. Desde el menú superior del navegador (ya sea Safari, Internet Explorer o Google Chrome), se accede a la opción de ‘Ventanas Emergentes’ y estas pueden ser bloqueadas. La vigilancia de las Extensiones, aquellos programas que se quedan instalados en el propio navegador, es otra acción que reduce el peligro.